Nono Vázquez, pregonero 2015
¿Cuantos años llevas en este mundillo?
Desde 1988 puedes contar, casi treinta. Saliendo en agrupaciones, ocho en la primera época, con el instituto y con la chirigota de La Belle, y este será mi octava también con La Comparsa de Alcalá. Aparte de algún año presentador, jurado… Muchos ya, la verdad.
¿Por qué saliste la primera vez?
Pues porque tenía a mi lado al bueno de Jesús Parra, al que le encantaba y le encanta el carnaval de Cádiz y porque había que hacerlo. La fiesta se introdujo desde el Ayuntamiento de nuevo en Alcalá la Real y había que dotar a aquello de algún contenido. Yo siempre he sido inquieto, en el instituto mucho más, y con unos cuantos compañeros y compañeras de todos los cursos hicimos la primera gran apuesta con Los sufridores del timón. Íbamos de marineros y no sabíamos ni lo que era un cuplé. Salió lo que salió, pero pudimos hasta cantar en el viejo Martínez Montañés. Para nosotros era suficiente.
¿Qué aporta el carnaval a Nono y qué aporta Nono al carnaval?
El carnaval le aporta a Nono la posibilidad de crear. Los tiempos han cambiado y hoy el carnaval es muy diferente por suerte. Antes íbamos, como se dice, a salto de mata y hoy, con sus luces y sombras por supuesto, todo está mucho más y mejor organizado. Esto da una posibilidad para que un tipo como yo pueda contar sus historias, crear letras de pasodobles sobre todo, mi fuerte, y hacer que las agrupaciones en las que estoy, con tiempo y con medios, tengan un sentido, principio, fin, historia, argumento… Eso, esa posibilidad, es lo que yo creo que me aporta, sin mencionar por supuesto el tema emocional. En las agrupaciones por las que he pasado se hace piña, grandes amigos y se funda una segunda familia. Cualquiera que esté inmerso en un proyecto como el nuestro y le hagas esta pregunta te contestará exactamente igual a eso. ¿Y qué aporta Nono al carnaval? Bueno, a esa pregunta tal vez tengan que responder en el futuro las personas que estén entonces y con la perspectiva del tiempo puedan hablar de los que estamos aquí ahora. En este momento se habla mucho de aquellos pioneros de los años ochenta y noventa. Ahora se habla de gente como los Vegas o mis antiguos compañeros, y se les reconoce que en un momento en el que no existía nada ellos pudieran y quisieran estar en la pomada y marcar unos primeros tiempos. Supongo que nosotros estamos aportando algo, pero será dentro de quince o veinte años cuando tengamos constancia real. Ahora sólo estamos, que no es poco.
¿Chirigota o comparsa?
¿Quieres más a tu papá o a tu mamá? Creo que la chirigota, por la dificultad que entraña, es la disciplina difícil del concurso. En la chirigota no basta con decir las cosas, hay que decirlas y ser irónico, hacer reír sin hacer llorar a otro. La chirigota exige elegancia en el chiste; en definitiva, tener clase. Y no todo el mundo la tiene. La chirigota no es vestirse de mamarracho y bailar sin criterio. Es mucho más. En ese sentido, soy un admirador de la chirigota desde siempre, y de hecho comencé en ella. Actualmente hay muy buenas chirigotas en Alcalá la Real. La comparsa tiene otras dificultades, si quieres a nivel técnico, y te permite tocar los temas desde otros puntos de vista. Como letrista, yo vivo la comparsa a veces desde la rabia, desde la impotencia, desde el desconsuelo, desde la alegría… Y eso la convierte en una disciplina algo menos inmediata, pero no necesariamente menos incisiva. Creo que ambas categorías tienen sus cosas buenas y sus cosas extraordinarias. Ahora soy comparsista y me encuentro muy cómodo con lo que la comparsa exige, pero reconozco que un poco de sangre chirigotera corre aún por mis venas.
Has sido letrista, guitarra y voz. ¿Qué te resulta más complicado?
Pues te digo igual. Cada una tiene su aquel. Yo no soy músico. Si logro cantar cuatro notas y meter dos acordes seguidos a la guitarra es porque lo he aprendido casi de oído. Y bueno, gracias a gente como Josea Aguilera, que en su día quisieron darme caña para sacar aquel potencial que estaba ahí escondido. Pero volviendo al tema, no soy músico y por lo tanto el hecho de tener que exigirse tanto a la hora de sacar por la garganta como de las cuerdas de la guitarra justo lo que el compositor quiere creo que es lo más complicado. Porque además hay que hacerlo bien y con gusto. Las letras… bueno, en este momento de mi vida estoy dedicando mucho tiempo a escribir ensayo y relato corto. Parece que el tema literario lo manejo un poco mejor, o por lo menos me plantea menos dificultad por el factor práctica. Pero todo tiene su complicación, evidentemente, y también depende de muchas consideraciones. Complicado o no, y esa es la pura verdad, cuando te enfrentas a un proyecto nuevo es tan ilusionante y tan venenoso que muchas veces yo al menos pienso como el chaval que está jugando en el filial y lo llaman para entrenar en el primer equipo; no le importaría jugar hasta de portero si hace falta. Aquí pasa igual o muy parecido.
¿Cuál es el mejor momento que has vivido en carnaval?
El mejor momento… Ha habido muchos, pero sin lugar a dudas uno de los mejores fue el día en el que un poco con miedo y habiéndole leído la cartilla a él previamente, mis compañeros de la chirigota de La Belle acogieron con nosotros a mi hermano Raúl. Él tenía muchas ganas y tuvo que incorporarse de emergencia para cubrir una ausencia del amigo Puche en el bombo… ¡hubiera jugado hasta de portero! Fue recibido con mucho cariño y para mí fue muy emocionante. De eso ya hace diecinueve años y hoy mi hermano forma parte de una agrupación ya casi de leyenda, la chirigota de Borrego. A mí me gusta pensar que un poco es gracias a aquella incorporación a Los soplagaitas en el lejano ya 1996.
En ocasiones se te ha tachado de letrista enrevesado. ¿Qué opinas?
Que lleva razón todo el que haya hecho ese tachón, que yo considero siempre una crítica constructiva. Hay músicos extraños, letristas incisivos, políticos embusteros, comparsitas graciosos, chirigoteros ciezos, pilotos buenos, coches lentos… algún letrista enrevesado tenía que haber. Pues aquí estoy, y encantado de serlo. A lo mejor es eso lo que aporto al carnaval, después de todo. Lo cierto es que tengo mi estilo, y no sé hacer las cosas de otra manera. Si el público y los compañeros piensan que soy un poco trabado a la hora de escribir será porque es verdad; el pueblo es soberano en su opinión. Si me lo dicen es porque me respetan y saben que yo lo acepto.
Y sobre el pregón ¿por qué crees que este año le ha tocado a Nono Vázquez? ¿Es un reconocimiento a tu trayectoria en este mundillo? ¿Qué sentiste?
Pues no lo sé. Alcalá la Real cuenta con numerosos candidatos y candidatas a esta labor, por fortuna. Mi trayectoria… hay muchos compañeros y compañeras que la tienen tan dilatada o más. ¿Reconocimiento? No creo sinceramente que haya hecho tanto mérito para ser reconocido. Creo que el pregón lo tiene que hacer alguien, y cuando te llaman a hacer un pregón yo lo veo más como la encomienda de un trabajo que como un premio, aunque no lo niego; algo de premio sí que tiene. Sientes la satisfacción de ver que los demás piensan que puedes hacerlo, y eso sí es un gran reconocimiento, pero no a tu bonita cara, a lo hecho en el pasado o a llevar muchos años en el candelero, sino un reconocimiento a la capacidad, un voto de confianza, una especie de creemos en ti. Y lo que sentí fue que este año tendría trabajo doble en el carnaval, pero sobre todo una satisfacción enorme porque cuando te encargan algo así es porque de alguna manera te están valorando, y saber que la propuesta vino de compañeros de otras agrupaciones, concretamente del bueno de Rodrigo P. Ferreira con quien compartí tanto en tan poco tiempo, pues es un lujo que sólo espero poder devolver con un pregón que haga su cometido; anunciar en condiciones nuestra fiesta de febrero.
Tenemos aquí a un pregonero con amplia experiencia en pregones. ¿Cómo afrontas este nuevo reto? ¿Es similar a los anteriores?
No tiene nada que ver. El pregón de Semana Santa, que es quizá el más solemne al que me he enfrentado, tiene unos componentes muy distintos al de carnaval. No es una cuestión de importancia, que todos la tienen igual, pero el formato, la propuesta en sí, las connotaciones… son completamente distintas. Eso no tiene que ver nada con la seriedad, porque cada uno en su nivel tiene y requiere una cierta seriedad. Pero son diferentes. Y lo afronto como se afrontan las cosas, con un poco de miedo, con mucho respeto, con todo el cariño y con ganas de que llegue el día para poder mostrar un poco más esa desnudez que nos gusta enseñar a los que vivimos una fiesta. Ser pregonero es un honor, y como tal lo afronto.
¿Eres consciente de que irá mucha gente? ¿Qué puede esperar el espectador a casi un mes de la fecha?
Pues puede esperar a un Nono Vázquez apoyado en lo que sabe hacer para contar algo que mucha gente ya conoce. Pueden esperarse casi cualquier cosa, pero sobre todo deben esperarse un ramillete de verdades y alguna mentira sobre el carnaval vivido, el carnaval presente y lo que Nono Vázquez anhela del carnaval futuro, en el que por pura lógica ya no podrá estar en persona -nadie es eterno-, pero del que espera todavía mucho más en ese crecimiento exponencial que ha experimentado en grupos, en nuevas incorporaciones y en calidad a todos los niveles.
¿Será un pregón reivindicativo o por el contrario será un recorrido por la historia? ¿No crees que es una oportunidad fabulosa para elevar a su máximo exponente el objetivo del carnaval que no es otro que la crítica y la sátira?
Pues tendrá que tener de todo. No soy de los que les guste regocijarse en su propia historia. Cualquier tiempo pasado no necesariamente tiene que ser siempre mejor. El presente es muy interesante, y por ahí va a circular buena parte del pregón. Todos mis pregones hasta ahora han sido reivindicativos en la medida en la que han podido serlos. Y autocríticos. Nos haríamos flaco favor todos si no aprovechamos las oportunidades para jugar partidas con las cartas hacia arriba. Vernos en un espejo y analizarnos es la mejor forma de mejorar. Los premios y los nombramientos son muy buenos, pero el observarse es el mejor termómetro y por ahí voy a moverme. Yo he cometido muchos errores y no me puedo poner como ejemplo de nada, pero mis errores sí son el ejemplo y el listón para no cometer otros. El presente y el futuro sobre todo; esas van a ser las líneas principales.
La Comparsa De Alcalá es tú agrupación. ¿Qué papel tendrá en el pregón?
Mucho. No voy a desvelar nada, pero sin la colaboración pasiva de compañeros como Frank Lozano, el incansable Antonio Collado, el incombustible fabricante de partituras Miguel Chamo… sería imposible lo que estamos forjando. Sin la colaboración activa de José Luis Hinojosa y su hermano Jesús, ambos compañeros también de la comparsa, y a los que en lo personal tengo también muy cerca por diferentes motivos y proyectos en los que hemos estado juntos, yo no voy a poder hacer absolutamente nada. Y no me quiero olvidar aquí de otra compañera en la sombra, Maribel, que será mi presentadora, que fue mis manos y mis pies en la chirigota de La Belle, y a la que le agradezco sin haberlas visto todas y cada una de sus palabras hacia mi persona. Lo demás… es sorpresa.
¿El ser pregonero te da la gasolina suficiente para seguir durante muchos años más?
Los que me conocen ya saben que casi nunca llevo el depósito lleno. Me gusta ir llenándolo poco a poco, sin hacer planes a largo plazo. Yo quiero seguir, porque me gusta y porque un poco todavía me veo bastante útil, pero es cierto también que en un momento dado habrá que dar el paso más doloroso, porque no es hacia delante ni hacia atrás, sino a un lado. Ese día llegará, pero por el momento yo no le he puesto fecha. Y cuando llegue… los que me conocen también saben que nunca termino de abandonar las cosas, y si puedo seguir siendo útil desde un segundo o tercer plano, que nadie dude en contar con Nono Vázquez para lo que pueda necesitar. Pero te digo que no le he puesto fecha aún a una posible jubilación. Por ahora pretendo seguir viviendo esto al día.
Y por último una pregunta que no podía faltar. ¿Qué tiene el carnaval de Alcalá la Real que lo hace diferente y que no se debería perder?
Cuando fui pregonero de la Semana Santa me hicieron una parecida. La respuesta también lo es. Que es nuestro. Que aunque tenga un espejo, un referente y un modelo, el Carnaval de Alcalá la Real tiene unas señas de identidad. Que nuestras comparsas y chirigotas ya no son copias de otras, que tienen y quieren tener su sonido y su estilo. Que las reivindiquemos, que cuidemos lo hecho. El carnaval de Alcalá la Real tiene siete u ocho agrupaciones de altísimo nivel, a las que hay que apoyar y con las que hay que contar. Pocos pueblos pueden presumir de eso. Que trabajemos la calle, que nos mezclemos con la gente, que no lo hagamos endogámico. Tendríamos que pelear por una fiesta popular, por afianzarla ahora que hay mucha gente joven dentro. Si conseguimos poner a rodar esa bola de nieve será muy difícil de parar.